La convivencia escolar no se trata simplemente de estar juntos en un mismo lugar, sino de construir relaciones respetuosas, empáticas y colaborativas que fomenten un ambiente de aprendizaje positivo y enriquecedor para todos.

En nuestro colegio, cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de contribuir al bienestar de los demás, promoviendo la inclusión, el diálogo abierto y el respeto hacia las diferencias individuales. Es fundamental reconocer que, la tolerancia y la empatía son pilares fundamentales en este proceso, ya que nos permiten comprender las perspectivas y necesidades de los demás, aún cuando difieran de las nuestras.

Por último, señalar que la convivencia escolar no solo se limita al ámbito académico, sino que también se refleja en nuestras acciones fuera del aula, en cómo tratamos a nuestros compañeros en el recreo, en las redes sociales y en cualquier otro espacio donde interactuemos como miembros de esta comunidad educativa.